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miércoles, 22 de julio de 2009

Contraportada del Diario de Ibiza del 20-7-2009

Entrenadores a medida.

Los preparadores personales abundan en la isla, especialmente en verano, cuando a los deportistas que se entrenan se añaden los clientes de alto poder adquisitivo dispuestos a perder peso y a ganar músculo.

Javier Bonet, Juan del Valle y Fátima Blázquez se dedican a preparar entrenamientos personalizados y adaptados a todo tipo de circunstancias, y siguen con atención la evolución física de sus clientes.
EIVISSA RAQUEL SÁNCHEZ
Cada persona es un mundo, reza el dicho popular. Y cada cuerpo un universo, añadirían los entrenadores personales que se dedican a poner orden y límites en esos mundos. En Eivissa, la de entrenador a domicilio es una profesión cada vez más común. Los preparadores físicos a la carta están especialmente solicitados en verano, cuando turistas adinerados, famosillos y grandes fortunas con segundas residencias en la isla llegan para disfrutar de sus vacaciones, pero sin descuidar su imagen ni su salud. Ese es un aspecto del trabajo de los entrenadores individuales, pero hay otros. Algunos se dedican en exclusiva a preparar a deportistas, algo menos lucrativo pero más satisfactorio para ellos. Otros diseñan una preparación a medida para clientes de clase media, con menos posibilidades económicas pero más voluntad de trabajo.

Javier Bonet es uno de los entrenadores personales que desarrollan su labor en la isla. Ha sido uno de los deportistas ibicencos que más éxitos ha obtenido. Hace cuatro años, tras retirarse de la competición, decidió volver a la isla y trabajar como entrenador, una actividad en la que se había iniciado en Madrid. «Allí hay un mercado muy amplio. Yo acababa de licenciarme en Educación Física y un compañero montó una empresa. Iba a casas, a los lugares de trabajo de los clientes o al parque que les quedaba más cerca. Mis alumnos eran empresarios o hijos de empresarios con auténticas mansiones y piscina climatizada. Y algunos de mis compañeros de trabajo entrenaban a las mujeres de los futbolistas del Real Madrid», recuerda. Ahora entrena únicamente a deportistas. «Hubiese podido seguir la vía que emprendí en Madrid, con ejecutivos estresados, pero no era lo que me llenaba. No es lo mismo estar con una persona que quiere perder unos kilos o tonificar los glúteos que entrenar a una atleta que prepara una prueba para Hawai», explica. Bonet es entrenador superior de natación, atletismo, ciclismo y triatlón y tiene un máster en alto rendimiento del Comité Olímpico Español.

Sin esfuerzo, con psicología
Juan del Valle tiene otro tipo de clientes. Entrena de manera individual a algunos socios del gimnasio Nirvana, en Platja d´en Bossa, pero también trabaja a domicilio «para gente con dinero que tienen sus propios gimnasios en casa». Sus alumnos del Nirvana son personas de clase media, el resto, clientes de verano que «tienen mansiones en sa Carroca». Los de «tipo ricachón» quieren «un entrenamiento especial, más relajado, no quieren esforzarse y tienes que utilizar la psicología». Los de gimnasio se someten a un entrenamiento «algo más estricto, más fuerte».El 80 por ciento de los clientes a domicilio de Del Valle son hombres, siempre de más de 30 años. Asegura que las mujeres se decantan por «las máquinas y la nueva tecnología», pero este entrenador nacional de fisicoculturismo se considera «de la antigua escuela» y utiliza más las pesas. Dice que tiene dos tipos de clientes estacionales: los que quieren perder peso y los que quieren ganar musculatura. «Ninguno me llama para ganar kilos, ser más veloz o más elástico», señala.

Fátima Blázquez es salmantina, tiene 34 años y llegó a Eivissa en 2005 para participar en un prueba ciclista. Sufrió una caída y su lesión le impedía viajar, por lo que tuvo que pasar una temporada en la isla y encontró aquí la salida profesional que estaba buscando. Entrenó a los niños del Club Ciclista Sant Antoni, organizó las rutas de cicloturismo para el Consell, comenzó a trabajar como entrenadora personal para un gimnasio y después pasó a hacerlo por su cuenta. Admite que trabajar a domicilio durante el verano da más dinero, pero prefiere la preparación física de triatletas, ciclistas y corredores de a pie. «Procedo del mundo de la competición y es lo que realmente me gusta», aclara. Tiene 20 deportistas en cartera todo el año, algunos de ellos de otras provincias, a los que dicta entrenamientos y dietas a través de Internet, y a estos clientes se suma los que ella llama «temporales».Su rutina diaria sigue siendo muy estricta, como cuando competía. Se levanta siempre a las 6,30 horas, organiza los entrenamientos de sus alumnos y a menudo sale a entrenar con ellos, porque los no profesionales «son perezosos y te piden que les acompañes, con lo que debo adaptarme a sus horarios». «Son personas que saben que tienen que hacer deporte por una cuestión de salud, pero carecen de disciplina. Aunque tengan un gimnasio en casa, necesitan tener a alguien encima para usarlo», afirma la entrenadora.

A partir de 30 euros la hora.
El precio de disfrutar de un entrenador personal es muy variable. Bonet cobraba 60 euros por hora en Madrid y podía vivir de estos entrenamientos. Aquí cobra a los jóvenes deportistas 60 euros al mes, queda con ellos esporádicamente y trabaja también como entrenador de el Club Náutico Santa Eulalia y delegado de la Escola Balear de l´Esport.

Del Valle cobra 30 euros por hora a sus clientes de gimnasio, que «tienen menos recursos». «Quien puede pagarlo exige más y también se le cobra más, hasta 50 euros por hora», explica el fisicoculturista.

Fátima Blázquez tiene precios distintos que varían si son mensuales o diarios. En función del tiempo que contraten les ofrece bonos con descuento. «No puedes abusar de los clientes. Eivissa es demasiado cara y aunque el cliente tenga dinero no es tonto y no es bueno que se sienta engañado», resume esta ciclista con 20 años de experiencia en competición, que ha participado en dos olimpiadas, siete mundiales, ocho Tours y siete Giros y que además es licenciada en INEF y tiene el máster de alto rendimiento del Comité Olímpico Español.

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