Maratón de New York

Cuantas sensaciones se pueden sentir antes de conseguir esta medalla. No ha sido fácil conseguirla y no sólo por los 42 kms que me separaban de ella sino porque a veces me he visto muy lejos de estar en New York una vez más.

Esta medalla ha sido fruto de un levantarme y volver a querer caminar. De darme cuenta que en New York podía estar sin recordar la otra vez que estuve y sobre todo de disfrutar de la ciudad.

Luego hay que unir muchas horas de trabajo para poder pagarme este viaje.

Y al final las sensaciones que tiene todo el mundo: dudas de si al final mi cuerpo será capaz de llegar, de concentrarme, de vivir cada metro y querer disfrutar de él. Y por eso nunca me he querido marcar un tiempo porque ya me evadí de sentir el calor del público en las Olimpiadas por ejemplo o subiendo el Tourmalet y esta vez quería oir los gritos y ver las banderas y a la gente.

Entrar en la milla 26 fue muy especial y como me ha dicho alguien sentí que NUNCA DEBO PERDER mi LIBERTAD. Conseguí una medalla y mi camiseta de finisher pero que es de todo un equipo de personas muy especiales que he ido encontrardo por el camino y sin los cuales no hubiera sido capaz ni de apuntarme a New York.
GRACIAS.

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