Plantillas específicas para mujer y neutralización del Q-angle

Después de muchos estudios SPENCO® Q-FACTOR™ y la tecnología de Active
Confort han demostrado la necesidad de este producto para las mujeres atletas como también las mujeres en general.

El concepto Q-Angle (Quadriceps-Cuadricep) se basa en que las mujeres son más
propensas por el ángulo que forma el fémur a tener una pisada supinadora y se recompensa al final de la acción pronadora que se produce drásticamente por un cambio de peso sobre la parte interior del pie. Esto puede producir problemas de cadera, rodillas y espalda.

Para ello esta plantilla va a guiar el pie de una mujer en una posición más centralizada, evitando así una de las lesiones más comunes en la mujer que es en el ligamento anterior crucial (ACL) comparado con los hombres debido a lo comentado anteriormente.

El Nacional Collegiate Athletic Association ha recopilado estadísticas durante 3 años desde
principios de los 90, comparando los incidentes de lesiones entre mujeres y hombres. El estudio demostró que las mujeres sufrieron 4 veces más la lesión (ACL) que los hombres.
Está documentado entre 80.000 a 100.000 roturas (ACL) al año.

En la rodilla el fémur y la tibia se unen en un ángulo que se llama Q-Angle. Las mujeres
tienen la pelvis más ancha que los hombres para el parto, es por eso que el ángulo Q es
mayor en las féminas que en los hombres.

Teniendo el ángulo mayor, las fuerzas están más concentradas en el ligamento cada vez
que se tuerce, incrementando el riesgo de rotura del ACL.

Por ejemplo, una lesión de torsión de una rodilla de hombre sólo estira el ligamento (ACL) mientras que por culpa del Q Angle la misma torsión en la mujer puede causar una rotura completa de (ACL).

Más y más estudios indican que la articulación de rodilla de una mujer es una versión más pequeña que la rodilla de un hombre. Las diferencias que involucran los huesos, ligamentos y tendones en las articulaciones.

Las mujeres tienen menos fuerza muscular en proporción de masa ósea que los hombres.
Los músculos que agarran las rodillas en su sitio son más fuertes en los hombres que en las mujeres. Es por eso que las mujeres dependen menos de los músculos y más de los (ACL) para la estabilidad de la rodilla. Es así que el (ACL) sufre un sobre esfuerzo, siendo más propenso a una rotura.